
Parte esencial de la conectividad que el mundo actual vive se debe al Internet de las Cosas, lo cual es posible gracias a la integración de los dispositivos informáticos basados en tecnologías que conviven en la nube.
Es en este punto donde la nueva experiencia del consumidor se ha convertido en un desafío de negocio para las grandes compañías, las cuales se dedican a explotar esta fascinante tendencia de soluciones que llegaron para quedarse y transformar la vida de cada persona del planeta.